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DPZ: 6 plazas de las 10 son vuestras

Ayer se publicaron las notas del segundo ejercicio de las 10 plazas de Auxiliar administrativo de la Diputación Provincial de Zaragoza por oposición libre, y de las 10 plazas convocadas 6 de ellas, o lo que es lo mismo, el 60%, fueron para nuestros alumnos¡¡¡ENHORABUENA!!!

Más mérito tiene aún el que nosotros no preparamos este examen específicamente de la DPZ, sino que fue algo “accesorio”, en base a toda la caña que se han metido estudiando el temario del Ayuntamiento de Zaragoza y a un fin de semana de adaptación de temario que hicimos a principios de diciembre. Así que es de esperar que el porcentaje sea aún mayor en este proceso del Ayuntamiento donde sí os preparáis específicamente para ese temario y modo de examen.

Y por cierto, la aplastante mayoría de ellos no había pisado la DPZ en su vida más que el día que fueron a leer el caso práctico, así que una vez más podemos echar abajo el mito de que son siempre los amiguetes y los conocidos por el Tribunal los que se acaban llevando las plazas. No ha sido así.

Es verdad que eran muy poquitas plazas, y lamentablemente muchos más que hicisteis un examen excelente os habéis quedado ahí a las puertas, pero también os merecéis un especial reconocimiento los que aprobasteis el primer examen y sobre todo el segundo, que las notas han ido más a cuchillo.

Pero lo que quiero remarcar con este post es que se puede. Que las plazas están ahí, que los procesos son limpios, y que se puede tener mejor o peor suerte en un examen pero al final todos tendréis oportunidades para demostrar lo que sabéis.

Y es que esto no es que haya tres o cuatro cracks que quedan los primeros en todos los procesos. Los números uno van cambiando de examen en examen. El otro día una alumna sacó la plaza de Sástago (todavía tenemos la celebración pendiente pero sin duda le dedicaremos un post porque es toda una historia épica digna de contar). Hace poco publicábamos sobre el podio en la Ribera Alta. Pero es curioso que a menudo los nombres de los que quedan top en los exámenes a menudo van cambiando, porque también existe un factor de suerte de examen a examen.

Pero hay que entender esa suerte. Esta suerte no es como la lotería de Navidad o la Primitiva (que es el impuesto que se paga por no saber de estadística). Esta suerte es una suerte cuidadosamente preparada, como la del agricultor que siembra el terreno, lo abona, lo prepara, y espera a la lluvia. Cuando la lluvia es buena, la cosecha es buena, pero aunque no puede controlar el factor de la lluvia, de nada hubiera servido esa lluvia sin todo el trabajo previo.

Es como el inversor que se pasa años estudiando, analizando los mercados, viendo oportunidades, tendencias y amenazas, haciendo inversiones y en muchas ocasiones perdiendo dinero, hasta que un día encuentra una oportunidad estupenda y da el pelotazo. ¿Ha tenido suerte? Sí. Pero esa suerte no es sino el impulso que catapulta todo un trabajo previo sin el cual esa suerte por si sola no hubiera valido de nada.

Esto es algo parecido.

Cuando llegáis ya a un nivel de comprensión de la legislación y de estudio de conocimientos elevado como que os metemos aquí, ya tenéis el terreno abonado para que llegue la suerte. Después, un determinado examen o un determinado simulacro de examen o un determinado caso práctico puede ir mejor o peor. Pero el terreno está preparado, y cuando llega el momento cae la lluvia necesaria para que dé su fruto.

Es como el futbolista que se pasa años preparándose para jugárselo todo en 90 minutos. ¿Tuvo suerte Andrés Iniesta cuando marcó el gol que le dio a España el mundial? Sin duda. Hubo mil factores completamente ajenos a él que si ni se hubieran dado en el momento y lugar exacto conjuntamente no hubiera ocurrido el milagro. Pero de nada hubieran servido todos esos factores sin todo el trabajo previo de toda una vida preparándose para ese épico pase de Cesc Fábregas justo a la velocidad adecuada y en el ángulo adecuado para un tiro certero a puerta. El gol que le inmortalizó en la historia del fútbol español no fue más que la consumación épica de años de trabajo, esfuerzo y sacrificio invisible.

Nunca llueve a gusto de todos. A veces en el examen ponen más de una parte del temario y menos de otra, a veces el caso práctico tira justo por algo que tienes más estudiado o que has repasado más recientemente, y a veces no. Pero cuando ya sabéis todo lo que sabéis, al final el que la sigue la consigue.

Por eso es tan importante la perseverancia. Por eso no os podéis rendir. Porque el trabajo de sembrar el campo es duro, es durísimo, pero una vez que eso ya está hecho, la lluvia llegará. Y tardará más o tardará menos, y a veces llueve en unas zonas y a veces llueve en otras, y normalmente nunca llueve a gusto de todos, pero al final llegará.

A veces un examen sale mal y pensamos que no valemos para esto. O a veces querríais ver una especie de “continuidad” en las notas de cada examen al que os presentáis, y os genera frustración el que un examen sacáis una notaza y otro no llegáis al 5. Pero seguid trabajando el terreno y no os rindáis. Cada examen es un mundo, pero cuando ya lleváis todo el bagaje de formación y conocimiento que tenéis, cada examen os hace más fuertes, y os acerca todavía un pasito más a la meta.

Con esta pequeña parábola quería en primer lugar daros la enhorabuena a los que por fin os ha llegado la hora de ver el fruto de todo vuestro esfuerzo, y en segundo lugar daros ánimos a los que habéis hecho el trabajo duro pero todavía no le habéis visto el resultado, porque estoy seguro de que pronto lo veréis también.

¿Todavía os preguntáis por que os (nos) tienen miedo? Por estas cosas la gente que está en otras academias os ven y tiemblan. Por eso somos la academia más recomendada de la ciudad y no tenemos que gastar ni un céntimo en publicidad. Por eso nos han llegado a intentar robar las flashcards, por eso nos llaman con amenazas desde la DPH, por eso recibimos ataques personales que ni siquiera son dignos de publicar, y por eso sé que lo vais a petar en los demás procesos. Porque donde ponéis el ojo ponéis la plaza. Porque vuestra constancia os convierte en imparables. Porque os habéis sacado un puñado de plazas de la DGA sin querer y casi a desgana, y ahora lo habéis vuelto a petar en algo mucho más goloso como es la DPZ. Porque en todos los procesos de administración general en Aragón estáis en el top, y al final los resultados son testarudos, y los resultados dicen que sois los mejor preparados de la ciudad y que vuestro esfuerzo sin duda se verá recompensado.

Así que guste a quien guste, y haga rabiar a quien haga rabiar, esto es lo que hay, y si sois los mejores se dice y punto.

Por lo pronto voy afilando el cuchillo, que se vienen unas cocretas de jamón…