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Más cambios legislativos

El viernes pasado entró en vigor la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Es una Ley que afecta de manera especial a quienes preparáis el examen de Oficial Inspector del próximo día 20 de abril.

Y sí, entra siempre el derecho en vigor, por lo que aunque entre en vigor un par de semanas antes, os van a preguntar de aquí, así que darle caña.

Pero además -y esto ya os afecta a todos- esta Ley nos ha metido una bonificación potestativa en las tasas reguladas en la Ley de Haciendas Locales. Dice así el nuevo apartado 6 del artículo 24 de la LHL:

Las entidades locales podrán establecer mediante ordenanza una bonificación de hasta un 95 por ciento de la cuota íntegra de las tasas o en su caso, de las prestaciones patrimoniales de carácter público no tributario, que se exijan por la prestación del servicio de recogida de residuos sólidos urbanos para aquellas empresas de distribución alimentaria y de restauración que tengan establecidos, con carácter prioritario, en colaboración con entidades de economía social carentes de ánimo de lucro, sistemas de gestión que reduzcan de forma significativa y verificable los residuos alimentarios, siempre que el funcionamiento de dichos sistemas haya sido previamente verificado por la entidad local.

Las ordenanzas especificarán los aspectos sustantivos y formales de la bonificación regulada en este apartado.

Es decir, potestativamente se puede regular en la ordenanza fiscal o norma que regule la prestación patrimonial no tributaria de recogida de basuras (en función de su lo ejerce el Ayuntamiento o sus hijos de derecho público, o se presta por una empresa de naturaleza privada) una bonificación de hasta el 95% para aquellas empresas, restaurantes, etc., que tengan algún tipo de convenio con comedores sociales, entidades sin ánimo de lucro u otro tipo de situaciones que reduzcan significativamente los residuos. Aquí -aunque habrá que ver en qué términos lo plantean las ordenanzas fiscales- convenios con comedores sociales de Cruz Roja, Cáritas, etc., de manera que se tire menos comida. Es más discutible si podría caber TooGoodToGo, que aunque tiene la misma finalidad es una empresa con ánimo de lucro, pero la filosofía es la misma, reducir el desperdicio y los residuos. Si así lo recogen las ordenanzas, podría significar un importante descuento fiscal para esos restaurantes y empresas que reduzcan residuos.

¡Seguimos adaptando nuestro ordenamiento mutante!