A menudo todas las noticias que nos llegan son malas. Si os fijáis en cualquier telediario, es como si únicamente ocurrieran desastres, catástrofes, peligros y cosas negativas, y rara vez encontramos buenas noticias o ejemplos de un trabajo bien hecho. Pero cuando las cosas se hacen bien, también hay que decirlo.
Hoy queremos dar la enhorabuena tanto al Ayuntamiento, encarnado en la Oficina de RRHH, como a los sindicatos que han tomado cartas en el asunto, en lo relativo a la acreditación de la condición de víctimas de violencia de género.
Por alguna razón que no terminamos jurídicamente de entender -y mucho menos de compartir- el Instituto Aragonés de la Mujer ha decido aplicar un Acuerdo de Conferencia Sectorial por encima de la redacción literal del art. 23 de la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, y aplicando la doctrina L’Oreal (porque yo lo valgo) se ha erigido como el único organismo capaz de reconocer la condición de víctima de violencia de género, dejado fuera de tal condición a mujeres que la tenían reconocida directamente por sentencia penal firme.
Si bien los primeros días desde la publicación de la lista provisional de admitidos y excluidos han sido algo caóticos, finalmente el Ayuntamiento tomó hace unos días la decisión correcta, que es reconocer que las personas que tienen dicha condición reconocida por sentencia judicial firme tienen pleno derecho a presentarse por el turno especial previsto para personas víctimas de violencia de género, se ponga como se ponga el IAM.
Agradecemos tanto a la Oficina de RRHH como a las secciones sindicales implicadas su rapidez y eficacia al lidiar con este tema. Han sido días muy angustiosos para aquellas personas que han sobrevivido ya lo indecible como para que ahora les digan que les quitan una de las pocas cosas que se les reconocen por tal situación, y aunque la situación en general ha costado reabrir heridas y tener que poner pie en pared jurídicamente, finalmente el hecho de que se haga justicia es una buena noticia para todos.
A veces las cosas se hacen mal y hay que decirlo. Pero cuando se hacen bien, pues también.