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Top 7 de criterios INCORRECTOS para elegir una academia de oposiciones

Cuando alguien decide empezar a prepararse una oposición, una de las primeras cuestiones es dónde prepararla. A quién le confías tu preparación es una decisión crucial, porque a fin de cuentas aunque los codos los pongas tú, el esfuerzo que haces puede verse multiplicado (o dividido) por las herramientas, materiales y formadores que tengas a tu disposición.

Hay muchos buenos criterios para elegir una academia, y también malos, pero en este post os voy a dejar algunos de los que más veces me han comentado personas que después de haber tenido una mala experiencia en su primera academia se dan cuenta de que quizá la eligieron porque nadie les había dicho criterios para elegir, o al menos para descartar, un centro de formación.

Y aunque evidentemente esto es un post de parte y no puedo ser puramente neutral, he intentado escribirlo de una manera completamente genérica y aséptica, que le sirva a alguien que se quiera preparar oposiciones a auxiliar administrativo del Ayuntamiento de Zaragoza, a Guardia Civil, bombero, o celador. Estos criterios son cuestiones generales para cualquier oposición de cualquier sitio y en cualquier momento, en cualquier cuerpo o escala de cualquier lugar de España. Son criterios que pretenden ser de carácter universal tanto si estás preparando algo de lo que preparamos nosotros como si no.

No están hechos con ChatGPT sino que son una recopilación después de años de orientaciones, conversaciones y lamentos de gente que se dejó llevar por alguno de ellos, y por si quizá pueda ser de ayuda para alguien en algún lugar de España, me dio un día por recopilarlos y aquí tenía el post pendiente de publicar, así que allá va:

1.- ME PILLA MÁS CERCA DE CASA

Si dos supermercados son sustancialmente iguales, te suele dar igual ir a uno que a otro. Lo mismo podríamos decir de un gimnasio o de un bar, si dos bares son muy “por el estilo”, lógicamente vas al que más cerca está. Esa idea de ir al que más cerca te pilla de casa puede tener sentido si se parte de la idea de que “todos son iguales”. Pero de repente en materia de supermercados te abren un nuevo y flamante Mercadona con una sección de precocinados enorme y lo mismo te renta andar dos calles más. O el bar de la esquina hace unas tapas que están de vicio y te merece la pena el paseo. No todos son iguales.

Y cuando se trata de formación, el centro más especializado, con mejores formadores, mejores técnicas de estudio y mejores resultados puede no estar cerca de tu casa. Es más, puede incluso estar en otra ciudad, pero si son los mejores, es ahí donde deberías prepararte.

Incluso si eres de la vieja escuela y prefieres ir presencialmente a clase o haces una oposición con pruebas físicas y no te queda más remedio que tener que ir en persona, ahorrarte 10 minutos de tranvía o autobús puede costarte mucho más tiempo en convocatorias que elegir un sitio mejor aunque te pille un poco más lejos de casa.

No, definitivamente el criterio de “me pilla más cerca de casa” no es un buen criterio.

2- ME SALE UN POCO MÁS BARATO

Lo barato sale caro. Precisamente con algo tan importante y que te va a requerir una inversión tan grande de esfuerzo y tiempo, el ahorrarte unos pocos euros en la cuota mensual puede ser una mala inversión si eso te da una formación de peor calidad.

En cualquier mercado, da igual si hablamos de oposiciones que de venta de ropa, tecnología, o un corte de pelo, solo hay dos estrategias competitivas que puede seguir una empresa: o compite en precios, o compite en calidad y diferenciación.

Competir en precios consiste en hacer un servicio que más o menos pueda colar como igual, pero a un precio más barato. Ojo, no estamos diciendo que todo lo que es más barato sea en sí malo, la marca Hacendado tiene cosas muy buenas. Pero evidentemente una versión de AliExpress es como una Coca-cola de marca blanca (seamos sinceros, ¿quién bebe BertaCola por gusto?) o un móvil de una marca que no has oído hablar en tu vida pero que suena a asiática. Probablemente no sea lo que esperas.

Competir en calidad y diferenciación se refiere a que se aporta un valor adicional al cliente, de manera que lo que se busca es dar más prestaciones, más herramientas, más experiencias o hacer las cosas con una mejor calidad, lo que normalmente implica un precio también más alto. No se trata de comprar un bolso de 3.000€ solo porque lleva el nombre de nosequién que suena a francés o italiano, pero sí que resulta evidente que un producto de mejor calidad, más robusto, mejor hecho, suele tener un precio mayor.

¿Qué prefieres para tu preparación? ¿La opción un poco más mala y un poco más barata, o la opción un poco más buena aunque sea un poco más cara? Yo lo tendría claro.

Al final con tus primeros sueldos en la Administración, incluso como funcionario interino, tendrás más que compensado todo lo que hayas gastado en academias en toda tu vida en apenas un mes o dos de servicios prestados, así que el dinero no es tanto un gasto como una inversión. Eso sí, dónde haces esa inversión puede influir enormemente en el resultado final. 

Por eso sin duda ir mirando el céntimo es un mal criterio para elegir una academia.

3- ME HACEN UN DESCUENTO ENORME SI COJO TODO DE GOLPE

Red flag. Cuando te dicen que si te coges un año o dos de preparación de golpe te hacen un nosecuántos por ciento de descuento es porque saben que si no fuera porque ya lo has pagado no ibas a aguantar más de un mes o dos.

Las ofertas que son demasiado buenas para ser verdad es porque efectivamente es así. Nadie da duros a cuatro pesetas.

Si una oferta te ata a tener una determinada permanencia o supone que pagas de golpe toda la preparación, es posiblemente una señal de que lo hacen para atarte a algo que no te quedarías atado voluntariamente si tuvieras opción de cambiar…¡sospecha!

4- ES DONDE VAN MIS AMIGOS

El camino del opositor es duro, y el contar con un grupete de amig@s que os apoyéis mutuamente en los momentos de bajón, en las dificultades en el estudio y como compañeros de lágrimas y alegrías puede ser un elemento muy importante. Incluso se podría decir que si el vínculo creado es suficientemente potente, quizá podría incluso compensar un déficit en la calidad de la preparación.

Pero una academia no puede ni debe ser una secta de la que nadie pueda escapar. Si realmente ves que lo que se ofrece, el cómo se hacen las cosas y los resultados del sitio donde van tus amigos no son los adecuados, dale otra pensada.

Y si ya estás metido dentro, quién sabe, quizá puedas ir junto con tus amigos a otro sitio donde podáis aumentar todavía más vuestro potencial como manada.

Tener opobros y oposisters puede ser una ayuda, pero si encuentras un lugar mejor, quizá deberíais cambiaros en pack en lugar de ataros a un lugar peor.

5- ES LA PRIMERA QUE ME HA SALIDO

La publicidad puede ser engañosa. Todas las academias hacen publicidad de sus servicios, eso es evidente. Pero no deberías quedarte simplemente con la primera que te aparece.

La mejor publicidad del mundo es la de aquél famoso anuncio que decía: busque, compare, y si encuentra algo mejor, cómprelo.

Esa es la conducta de un comprador inteligente. El análisis de diferentes opciones para ver cuál se ajusta más a lo que estás buscando. Así lo hace la Administración Pública cuando licita un contrato.

Una academia que invierta más en publicidad que en la calidad de su preparación puede dejarte con la sensación de que te han vendido un humo muy bonito, pero humo a fin de cuentas. Se puede coger un excremento de la vaca y ponerle la suficiente purpurina y la iluminación adecuada para que el anuncio parezca épico, pero lo que hay es lo que hay, su sustancia no cambia.

Quizás un anuncio te ha animado a prepararte una oposición de policía, bombero, inspector de hacienda o auxiliar administrativo, y decides explorar esta posibilidad. Pero solamente por el hecho de que el primer anuncio que has visto sea el de la academia “X” no quiere decir que debas quedarte con eso. Una vez que has decidido explorar la posibilidad de prepararte esa convocatoria, busca, investiga, compara y descubre.

Habrá veces en que la primera impresión sea la correcta, y veces en las que quizá a unos pocos clics de ratón y con solo tomarte la molestia de buscar un poquito por Google y comparar un puñado de páginas web puedas ahorrarte años de travesía por el desierto.

No porque lo veas anunciado antes quiere decir que sea el mejor sitio para esa oposición.

6- TIENE MÁS HORAS DE CLASE

Es bastante común que a la hora de comparar academias se utilicen dos criterios fundamentales: cuánto cuesta al mes y cuántas horas de clase a la semana me dan.

Pero más horas de clase no siempre significa una mejor formación. La academia no es una guardería, no se trata de un precio por hora para que te tengan entretenido un rato. 

Lo primero que te tienes que preguntar es, ¿qué se hace en esas horas de clase? ¿Cómo son?

Por ejemplo, hay sitios donde en las horas de clase se hacen test que se podrían hacer perfectamente en casa, y aprovechar el tiempo de clase para explicaciones. De poco sirve que una clase sean 3 horas si la mitad se dedica a hacer algo que no aporta apenas nada.

Otra bastante común es que el descanso a mitad de clase haga que una clase que teóricamente debería durar 3 horas acabe durando 15, 30 o 45 minutos menos porque hacen un descanso más largo que los anuncios de Antena 3.

Del mismo modo, si en la clase se pierde el tiempo en exceso volviendo una y otra vez a cuestiones anteriores por alguien que no pudo estar en la sesión anterior o que tiene una duda individual que retrasa a todo el grupo, quizá las horas de clase no estén siendo aprovechadas de manera óptima, y a veces menos es mas. Menos horas de clase pero mejor aprovechadas pueden implicar una mejor preparación.

Pero además si no te dan opción a volver a ver la clase, a lo que ya el cerebro alcanza un determinado nivel de saturación automáticamente desconecta, por lo que da igual si la clase dura 3 horas, 4 horas o 6 horas, simplemente no hay más capacidad de procesado.

Por lo tanto la cosa no es tanto las horas de clase sino cómo son esas clases, qué se hace en esas clases, y si las clases las puedes volver a ver varias veces o no. Esos sí son elementos que aportan una mayor calidad a la preparación que simplemente medir al peso las horas semanales.

7- EL HORARIO DE CLASE ME PILLA MEJOR

A la hora de elegir una academia, el horario de la clase no debería ser un factor decisivo. Hoy en día salvo que en tu centro de formación vivan en la Edad Media, en todas partes existe la posibilidad de seguir la clase online de manera que puedas adaptar el horario a tus necesidades.

Otra cosa es que la clase online se oiga como un teléfono pasando por un túnel y se vea al docente más oscuro que el sobaco de un grillo. Eso es un criterio distinto, la calidad audiovisual de la clase, que sí puede tener un efecto importante en la calidad de la formación.

Pero simplemente elegir sitio por la hora de la clase es un mal criterio, en el siglo XXI, la hora la deberías poder elegir tú.

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