Si todavía estás aletargad@ desde las navidades, si te ha pasado por encima el camión del «blue Monday», y estás ahora en un momento de opobajón, tómate este post como tu despertador, ese que has ido ya posponiendo varias veces. Porque hay que volver a la carga y darle caña antes de que sea tarde y nos llegue el microinfarto en el boletín oficial.
Pocas cosas dan más gusto que cuando te despiertas por ti mism@ antes de que suene el despertador y así te ahorras el mal trago de tener que sacar fuerzas para vencer la pereza y salir de la cama. Y pocas cosas hacen empezar el día pero que darte cuenta de que te has dormido y llegas tarde al trabajo o a algún compromiso importante.
Todos los que sois padres educáis a vuestros hijos en la disciplina de despertarse con el tiempo suficiente como para levantarse, asearse, desayunar, vestirse e ir al cole con el tiempo suficiente porque sabéis que la alternativa es que lo hagan todo corriendo y mal, se dejen la mitad de las cosas sin hacer y no se laven los dientes.
Pues aplicaros el cuento.
Porque cuando luego llegan las publicaciones en el boletín oficial correspondiente, no es el momento de echar a correr. Es el momento de hacer un sprint. Pero no puede ser que nos pille en la cama, nos tiene que pillar ya habiendo hecho estiramientos, calentamientos, y habiendo entrenado bien antes.
Así que si todavía estás intentando recuperarte del bache de las navidades, este post es la señal que necesitas de que hay que volver a la carga, mover el culo, y retomar la disciplina diaria del encierro en la opocueva.
Recordad esta frase siempre:
El que suda más en el entrenamiento, sangra menos en la batalla.
