Si en el post anterior os comentábamos que una de cada siete personas que hicieron el examen de Administrativos del Estado tendrán plaza como funcionarios de carrera, tenemos que hablar ahora sobre por qué es absolutamente imposible hacer estimaciones sobre la nota de corte más allá de quinielas de cuñao.
Os damos 36.671 razones para ello, que son las personas que se presentaron únicamente en el turno libre ordinario de Administrativos del Estado, para las 5.080 plazas convocadas. Es manifiestamente imposible el hacer ningún tipo de herramienta tipo «opoprofeta» (como el que hicimos para el Ayuntamiento de Zaragoza, donde con 2000 y pico aspirantes todos en el mismo sitio sí era viable), «webs gemelas», Telegrams, etc., y pretender que todo el mundo vuelque ahí sus notas.
Probablemente el mejor esfuerzo que se ha hecho en este sentido sean las plantillas provisionalísimas de OpositaTest que te calculan la nota que sacas, y que a su vez alimenta una base de datos en la que quizá ellos podrían dar algo de luz. Sin embargo, el sistema hace aguas también porque como para que te diga las «plantillas» basta con contestar una o dos preguntas, mucha gente lo que ha hecho es marcar un par de respuestas, darle a «Corregir», y ver luego la plantilla definitiva, sin volcar datos reales, por lo que tampoco son datos de los que te puedas fiar.
Por otro lado, los mil grupos de Telegram que podéis encontrar sobre estos procesos suelen ser más tóxicos que Chernóbil. Si estás en un grupo de opocompis donde os apoyáis mutuamente, os animáis cuando uno flaquea, compartís noticias interesantes y hay una actitud positiva, genial. Pero si estás en grupos donde todo es frustración, desánimo, negatividad y pesimismo, ¿qué pintas ahí? Cuidado con el aspecto psicológico, que estas inyecciones continuas de veneno suelen generar mucha ansiedad.
Y es que por mucho que se quiera, no se le pueden poner puertas al campo. No se puede tener todo bajo control. Sé que como aspirantes a funcionarios precisamente aspiráis a una vida de estabilidad, previsibilidad y un mayor control sobre vuestro futuro, pero el camino para llegar ahí es todo lo contrario.
- Hay elementos de la oposición que puedes controlar: tu esfuerzo, tu constancia, tu estudio, tus ánimos, tus emociones, tu desempeño… con ayuda, esas cosas son lo que puedes ir trabajando.
- Pero hay otras que no están bajo tu control: Cuándo saldrán las convocatorias, dónde serán los destinos, qué pondrán en el examen, cuánto tardarán en corregirlo, qué habrán hecho los demás, qué destinos querrán elegir los demás, cuánto tardarán en hacer el nombramiento… son cosas sobre las que no tienes ningún control, y por mucho que te empeñes vas a seguir sin tenerlo.
Está claro que las cosas que están bajo tu control son lo que debes cuidar y trabajar, pero por mi experiencia, hay dos tipos de personas en lo que respecta a las cuestiones que no se pueden controlar:
- Los que aprenden a dejar que lo que tenga que ser será, que está en manos del destino, de Dios, de la vida, o de lo que cada uno quiera, y que por lo tanto hacen las paces con el hecho de que no tienen ningún control sobre eso y viven relativamente tranquilos hasta que salgan las noticias que tengan que salir
- Y los que se dedican ansiosamente a intentar contar los granos de arena que hay en la playa porque eso les da una falsa sensación de que tienen algo que puedan hacer al respecto
Y he visto en todos estos años a muchísimas personas brillantes colapsar ante el peso de intentar mantener bajo control cosas que no están en manos de nadie, y la factura psicológica, mental, y de desempeño en las oposiciones que eso pasa no os la podéis imaginar.
Lo que está bajo vuestro control, trabajadlo. Lo que no está bajo vuestro control, dejadlo estar.
Hay una famosa oración que se atribuye a mucha gente, pero que por hacer caso a la Wiki le llamaremos «plegaria de la serenidad», y que dice así:
Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,
https://es.wikipedia.org/wiki/Plegaria_de_la_Serenidad
valor para cambiar lo que soy capaz de cambiar
y sabiduría para entender la diferencia.
Ahora mismo, los que habéis hecho el examen con una nota decente pero que no sabéis qué va a pasar con los cortes estáis en esa situación que nosotros hemos bautizado como El aprobado de Schrödinger, es decir, que estáis a la vez vivos y muertos, aprobados y suspendidos, dentro y fuera.
Le dedicamos a esta situación un post hace ya un par de años que os recomendamos leer:
https://oposicionesactur.com/blog/el-aprobado-de-schrodinger/
¿Y tú que piensas?
Pues que por un lado –y así lo dije en la corrección– el examen lo vi más sencillo que el de 2023, y por otro, el ratio de personas presentadas por plaza ha sido más bajo, así que es básicamente imposible predecir nada. Cualquier predicción que os hagan supuestos gurús o gente que va de que tiene «infiltrados» en donde sea viene a ser como intentar predecir qué tiempo hará el día que se juegue la final del Mundial de 2030. Sencillamente no es posible.
¿Y entonces para cuándo se sabrá algo?
Pues no queda otra que esperar hasta marzo de 2025, que es cuando según el cronograma orientativo publicado en la web oficial se espera que la Comisión Permanente de Selección publique las notas con los aprobados. Antes de eso, todo lo demás es generar ansiedad gratuitamente, porque no da nada a cambio.
Haceos un favor a vosotr@s mism@s y aprended a vivir con paz interior, a aprovechar este tiempo para otros procesos y para ir trabajando con el mismo esfuerzo como si supierais que estáis suspendidos y con la esperanza y la sonrisa de pensar que quizá sí estéis aprobados, pero sin perder el tiempo en controlar lo incontrolable.