Mañana es el último examen de esta tanda, el de Administrativos de DGA. Aunque no hemos hecho una preparación como tal sobre estas plazas, muchos de vosotros vais ahí a enfrentaros con el monstruo final antes de unas merecidas vacaciones de descanso. Y, al igual que la Selección española el domingo, buscando obrar el milagro. Y por supuesto, ahí estaremos, acompañando y animando de principio a fin.
Muchos no sois futboler@s, lo sé. Yo tampoco. No tengo ni idea de en qué equipo juega la gente. Pero si visteis el partido España-Francia del otro día, entenderéis por qué la gente ahora tiene motivos para creer que se puede ganar, incluso los que hace un mes no daban un duro por nuestra Selección.
Y es que hay muchas lecciones que podemos sacar de lo que está haciendo la Selección española en esta Eurocopa para aplicarlas al examen de mañana. Y a cualquier otro.
- No venirse abajo con el primer gol en contra
El otro día a los 8 minutos de partido España encajó el primer gol en contra. Y con ello el palo psicológico que implica el empezar perdiendo contra una de las grandes selecciones, que el último mundial quedó como subcampeona del mundo, y que basa su juego en meter a 11 armarios frente a la portería para que no entre ni un gol ni medio.
Hubiera sido muy lógico y normal venirse abajo y que la frustración, la visualización de la derrota, el miedo, y la rayada máxima hubiera hecho cometer más errores o simplemente no haber podido remontar la situación. Pero ahí venía un chaval con brackets y cursando 4º de la ESO a devolver la ilusión y demostrar que todavía quedaba mucho partido.
- Todas las razones por las que piensas que no encajas no tienen sentido
En el campo seguramente que habría muchos jugadores que tendrían el Síndrome del Impostor del que nos hablaba Juanra hace unos meses. Por ejemplo Lamine Yamal, ese chaval de 16 años que la última Eurocopa la vio en un centro comercial con los colegas sin haber pasado todavía la pubertad.
O, por contra, un Navas que fue ya protagonista del gol de Iniesta que nos dio el Mundial de 2010 (“el mundo contra Navas…”), y roza ya los 40. El yayo del grupo.
O el pelanas que le pitaban cada vez que tocaba bola unos alemanes que se suelen tomar bastante mal el perder, tanto hace 100 años como en la actualidad.
O gente que directamente no los conocen ni en su casa, no salen en la TV ni se habla de ellos pero de repente están ahí jugando y apoyando jugadas para que luego las “estrellas” marquen también.
Toda esta gente tendría razones para pensar que no pertenece, que qué hago aquí, que soy un intruso o un impostor en este campo. Y a veces os sentís también así vosotros: soy demasiado mayor y se me ha pasado ya el arroz de estudiar, soy demasiado novato y la gente seguro que controla mucho más que yo…
Deja todo eso a un lado y mete un gol por la escuadra.
- Todo puede cambiar en 5 minutos
En el España-Francia del otro día pasamos de ir perdiendo a ir ganando en un marco de menos de 5 minutos. Una verdadera montaña rusa de emociones que también ocurre en los exámenes.
La siguiente pregunta puede ser la que todos los demás fallen y tú tengas bien. El siguiente caso práctico puede ser el que tú veas clara la respuesta y los demás no. En la página siguiente del examen puede estar ese gol que te pone por delante en el marcador aunque se sufra en la primera parte.
No hay que desesperar si no se brilla al principio. Esto no va de cómo se empieza, sino de cómo se termina.
- El partido se acaba cuando pita el árbitro, no antes
Aunque el marcador no se movió en la última hora y pico de partido, hasta que no se pitó el final de partido todo el mundo contenía la respiración, para bien o para mal.
Y lo mismo ocurre con los exámenes de oposiciones. Hasta que no se acaba el partido todavía puede venir un gol de última hora (tuvimos dos de esos en el anterior encuentro España-Alemania) que lo cambia todo.
Ninguna carrera termina hasta cruzar la meta. No se puede dar el proceso por terminado hasta que no se termina. Ni en un sentido, ni en otro.
- La mejor respuesta es callar bocas en el campo
De Lamine Yamal, el chaval que marcó ese golazo que igualó el marcador, dijo un jugador francés que iba a tener que subir el nivel si quería pasar a la final. Ese gol por toda la escuadra que devolvió la ilusión a España lo marcó Lamine precisamente regateándose y en la cara de este tipo, en un zasca futbolístico que se escuchó hasta en Versalles.
Las bocas se callan en el campo.
Y aunque no es común que haya gente que expresamente os vaya a decir que no podéis, que no sois suficientes, que vais a fallar, que sois unos fracasados etc., (y si os lo dicen igual es para replantearse qué relaciones permites en tu vida), sí que muchas veces es nuestra propia cabeza la que nos dice esos pensamientos auto boicoteantes que como vienen de nuestra propia cabeza y con nuestra propia vocecilla interior tendemos a pensar que pueden ser verdad, y no lo son.
Regateadle bien a ese pensamiento y marcaros un golazo en su cara para demostrar que la tortilla española simplemente lleva más huevos.
- Esto es un trabajo en equipo
Portugal tenía a Cristiano. Alemania tenía a Kroos. Francia tenía a Mbappé. España tiene a un equipo que juegan como una familia.
Y es que aunque muchas veces tendemos a ver la oposición como algo individual y a los demás opositores como enemigos, la realidad es que el trabajo en equipo puede llevar mucho más lejos que la individualidad.
Os lo dice una persona que siempre ha preferido hacer las cosas por sí mismo a tener que depender y colaborar con otras personas, pero que ha tenido que rendirse ante la evidencia de una verdad incuestionable: Si quieres llegar rápido, ve solo; si quieres llegar lejos, ve en equipo.
Precisamente por eso hemos empezado en este mes los FOROS, que en septiembre vendrán acompañados de un lugar físico que os va a encantar: la OPOCABAÑA. Un lugar donde podréis desarrollar todavía más esa dimensión colaborativa y participativa de la oposición para potenciar el trabajo en equipo. Porque cada uno peleáis por vosotros y vuestras familias, pero juntos llegamos más lejos que por separado.
- Hay que creer un poquito en la magia de lo inexplicable
El fútbol no es sólo gente corriendo detrás de un balón. Yo que no he sido futbolero en toda mi vida me voy enganchando cada vez a algunas historias que suenan a magia, pero que hemos ido conociendo las últimas semanas.
Mirad esta foto. Es un bebé Lamine (el niño de brackets del gol contra Francia) apareciendo en un calendario benéfico que hizo… Messi. La estrella de Barsa del pasado con la del futuro en una foto fortuita pero premonitoria (no es fake)

O ese gol de Merino en los cuartos de mitad en el mismo estadio y con el mismo baile que hizo su padre 30 años atrás.

¿Casualidades? ¿Destino? ¿Cosas que simplemente pasan y ya está? Se mire como se mire, es como si hubiera un hilo conductor a lo largo de la historia que pone las cosas en su sitio, siempre dejando la puerta abierta a que haya podido ser azar o no, y siempre dejando margen para creer.
Y de eso va este post. De que tanto el domingo en Berlín como mañana en el examen de DGA, hay motivos para creer.
Y es que pase lo que pase el domingo contra Inglaterra, incluso aunque no se consiga la revancha por lo de Trafalgar ni recuperar la soberanía de Gibraltar en el Estadio de Berlín, la Selección ya ha ganado, porque ahora ya sabe que puede ser campeona. Lo será en esta Eurocopa o no, pero sabe que se puede. Que ellos pueden.
Y es lo mismo que ocurre cuando vais a un examen y hacéis un buen examen incluso aunque no saquéis la plaza porque es de concurso-oposición o porque no habéis visto todo el temario. El que hayáis sacado bien la parte que llevabais trabajada os ayuda a ver que podéis. Que vosotros podéis. Y aunque sólo fuera eso, ya cuenta como victoria. Y por supuesto si se puede traer la copa a casa en este viaje, mejor que mejor.
Así que mañana estaremos ahí animando con más ímpetu incluso que el domingo. Como siempre estaré a vuestro lado, no para repartir folletos sino para veros y acompañaros incluso aunque no hayamos preparado nada especial para este examen, porque es un examen que para vosotros es importante, aunque sólo sea para que lleguéis a ver y a creer que se puede.
Aún no tenemos camisetas oficiales pero cuando las haya de seguro llevarán en algún lugar el color de la academia, el rojo. Y tanto mañana como el domingo, todos con la Roja.