Hacía mucho que no teníamos uno de estos posts. De hecho quizá algunos no sepáis muy bien ni de qué va la cosa, pero en el archivo de este blog podéis ver todos los posts que quedan bajo este título de “Parte de Guerra”, que básicamente se refieren a las defensas en vía judicial que hemos tenido que hacer de la Oferta de Empleo Público de 2021 del Ayuntamiento de Zaragoza y de la convocatoria de auxiliares administrativos de DGA del año pasado, en la que estáis unos cuantos a la espera de que os llamen para tomar posesión de vuestras plazas ya como funcionari@s de carrera.
Aquí tenéis toda la serie de posts sobre esto: PARTE DE GUERRA.
Pues bien, hoy os traigo noticias de lo que fue la vista oral (el “juicio”) de la OEP 2021 del Ayuntamiento de Zaragoza, que había sido impugnada judicialmente por uno de los sindicatos del Ayuntamiento. La vista se celebró en la Ciudad de la Justicia de la Expo la semana pasada, el martes 14 de febrero y allí estuvimos nosotros, con abogado y procurador -lamentablemente no puedo intervenir yo directamente-, celebrando un San Valentín lleno de amor hacia todos los que opositáis y queréis procesos selectivos en los que primen la igualdad, el mérito y la capacidad en esta ciudad.
Tengo que recordar que la celebración en sí del juicio no afecta en modo alguno a los procesos que tenemos convocados, porque aunque el sindicato demandante había pedido la suspensión cautelar de esta OEP -y la consiguiente paralización de todos los procesos que deriven de ella- ya hace meses que habíamos conseguido que el juzgado denegase esa suspensión cautelar, por lo que los procesos han ido yendo hacia adelante exactamente igual que si no hubiera habido demanda.
El juicio del martes pasado fue como era esperable: comenzó el sindicato indicando simplemente que se reafirmaba en lo expuesto en la demanda. A continuación tomó la palabra como demandada la abogada de la Asesoría Jurídica Municipal en nombre del Ayuntamiento, que por supuesto hizo una defensa espartana de la actuación municipal.
Después fue el turno de conclusiones, donde realmente se entra en la chicha argumental, y en el que la abogada del sindicato se explayó sobre las razones por las que, según ella, la OEP era nula. Sin embargo, toda la exposición se centró en cosas completamente ajenas a la propia OEP 2021, o al expediente completo que llevó a su aprobación -y que se nos facilitó a las partes-, en los que consta toda la negociación sindical, los estudios técnicos y económicos, y todo el proceso completo y correcto.
La abogada del sindicato hizo algunos cambios de argumentación respecto a lo que ponían en la demanda que no pasaron inadvertidos, dejando de lado la impugnación de la propia OEP 2021 para entrar a atacar sobre el proceso de consultas al personal interino que se hizo meses después (y que en nada afecta a la validez o invalidez de la propia OEP) cuando ya estaba la demanda interpuesta, y además sustituyó sibilinamente las causas de nulidad que pretendía la demanda, que eran todas basadas en la nulidad de pleno derecho de normas reglamentarias del 47.2 LPAC -cuando la OEP es un acto y no un reglamento-, y haciendo un triple salto mortal jurídico pretendió una nulidad de pleno derecho por el 47.1 LPAC cuando eso no era lo que pedían en la demanda, ni por supuesto se daban las circunstancias.
A continuación volvió a tomar la palabra la defensa municipal para la contestación, en la que puso de manifiesto las incoherencias argumentales de la parte demandante, y finalmente nuestro abogado, que remató la faena con una serie de argumentos adicionales a lo expuesto por el Ayuntamiento remarcando la plena validez de la OEP, y dando así la puntilla, el proceso quedó visto para sentencia.
Hay que reconocer que la abogada de la parte demandante hizo un esfuerzo muy notable por reconducir el proceso hacia zonas donde quizá hubiera tenido alguna posibilidad de intentar atacar con argumentos nuevos y quizá intentar pillar desprevenidos a las defensas en algún punto vulnerable, pero los abogados de la parte demandada (Ayuntamiento) y codemandada (nosotros) la mantuvieron contra las cuerdas en todo momento, porque no se puede cambiar en la vista los argumentos ya dados durante la demanda (se conoce a eso como “preclusión”), y pidiendo una resolución de inadmisión del recurso o su plena y total desestimación en base a que la demanda carecía del más mínimo fundamento.
¿El resultado? Está más cantado que el gordo de la lotería de Navidad del año pasado. Esto no tiene pies ni cabeza, y la OEP va a mantener su plena eficacia y los procesos seguirán adelante con total normalidad. No es que esto sea una novedad, porque ya cuando se desestimó en su momento la suspensión cautelar es indicativo de que la Jueza había hecho su ponderación de la situación y había visto que eso no tenía visos de prosperar, pero ahora queda definitivamente claro. En unas semanas, cuando su Señoría dicte Sentencia os lo haremos saber.
Pero sin embargo hay una reflexión que me parece más interesante hacer, porque no puedo ser ajeno al hecho de que estábamos solos en la defensa de esta OEP del Ayuntamiento, que afecta tanto a las plazas en turno libre como a las plazas de estabilización de empleo temporal, únicamente acompañados por el propio Ayuntamiento que evidentemente tiene el deber legal de defender su actuación.
¿Dónde estaban los abogados de los demás centros de formación de oposiciones? ¿Por qué nadie más se ha personado para defender unas plazas que afectan a todos los opositores que aspiran a una plaza en nuestro Ayuntamiento en un montón de categorías profesionales diferentes?
Sin desmerecer a las increíbles profesionales de la Asesoría Jurídica Municipal, y sin querer dar nombres concretos de sitios concretos, pero en serio, ¿Dónde estaban los abogados de la familia de Miércoles? ¿Dónde estaba el procurador de los zerebros, o el de los que llevan nombre de aerolínea? ¿Por qué no había nadie defendiendo a los alumnos d los que deben d tener muchos masters o a los del pelotazo urbanístico? ¿Dónde estaban los preparadores que por alguna extraña razón –no deben tener cuenta bancaria– solo admiten pagos en efectivo? En algo así, que afecta a todos los opositores, debería haber precisamente una nutrida representación de los diferentes centros de formación dando caña para defender a sus alumnos. Y no digo que vayamos todos juntos cogidos de las manos y bailando el cumbayá, sería normal que cada uno defendiera fundamentalmente los intereses concretos de sus alumnos… ¿pero por qué no había nadie?
Y ya no solo por las plazas de auxiliares administrativos… en esta OEP había plazas de un montón de categorías profesionales: operarios, oficiales, economistas, TAS… plazas que ni siquiera preparamos pero que también tenemos que defender, como hicimos con el proceso de auxiliares administrativos de DGA del año pasado, para evitar que los opositores de buena fe queden huérfanos de defensa jurídica en procesos que les afectan.
Me parece normal que haya sindicatos y colectivos que quieran defender sus intereses de grupo, es legítimo y para eso están los Tribunales, pero ¿por qué no hay nadie más defendiendo los intereses de quienes aspiran a una oposición libre y en condiciones de igualdad?
La victoria tiene muchos padres, y cuando inevitablemente llegue en este proceso, algunos seguro que querrán atribuírsela como propia. Pero ellos no estaban en esa sala. No quisieron bajar al barro y dar la batalla por defender a sus alumnos.
Nosotros sí, y eso dice todo lo que hace falta saber sobre la diferencia.
Seguiremos informando.